Llamo coaching ejecutivo, a los procesos de coaching dirigidos a personas que tienen algún cargo de influencia en una organización, generalmente, con personas a cargo, y que quieren desarrollar o mejorar sus habilidades socioemocionales. Al mismo tiempo, obteniendo resultados lo más concretos posibles, que tengan algún grado de impacto visible en el lugar de trabajo.
Aún cuando el proceso de coaching pueda ir abarcando diferentes dimensiones y ámbitos de la vida de la persona, siempre vuelvo a conectar el proceso con el entorno laboral del coachee. De esta manera, busco también hacerme cargo de las expectativas de mi cliente (la empresa), quien quiere ver resultados de su inversión en los procesos de coaching.
Creo que de esta manera, tanto el coachee como el cliente, pueden ir alcanzando sus expectativas.
viernes, 4 de junio de 2010
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